Estamos más que acostumbrados a ver a los caddies en el campo de golf asistiendo a los jugadores, pero ¿qué es lo que hacen realmente y cuál es su papel en el juego?

En ocasiones, pecamos de subestimar la responsabilidad de los caddies en el golf y tendemos a pensar que su labor se limita a ir detrás del jugador llevando la bolsa de un lado a otro. En este post nos encargaremos de refutar esta idea y de poner su trabajo en valor.

Algo de historia.

El término caddie proviene del francés cadet, denominación que se destinaba a quienes hacían los trabajos peor considerados, como mozos de cuadra o barrenderos. En la corte de María Estuardo, reina de Escocia, esta palabra designaba también a los pajes que cargaban con sus cosas y a los cadetes militares que se ocupaban de labores insignificantes o de escasa importancia. La reina, gran aficionada del golf, adoptó el término para los jóvenes cuyo trabajo consistía en cargar con sus palos.

La palabra cadet derivó con el tiempo a caddie debido a la forma de pronunciar de los escoceses. Fue registrada en el diccionario de Oxford en 1730. Durante más de un siglo, los niños que se dedicaban a esto cumplían simplemente con la tarea de llevar los palos de los aristócratas. Posteriormente, con la popularización del golf durante el siglo XVIII, se ampliaron también las responsabilidades de los caddies hasta llegar a convertirse en la profesión que conocemos a día de hoy.

Las funciones de los caddies en el campo.

El mantenimiento, la limpieza y el transporte del equipo siguen siendo algunas de las responsabilidades más importantes de los caddies. Estos, deben asegurarse de que los jugadores cuenten con todo lo necesario para su juego y de que dicho equipamiento esté en las mejores condiciones posibles.

Pero esto ya no es suficiente. Ahora, los caddies también deben acompañar a los golfistas durante todo el juego y para esto deben ser expertos en él, conocer las normas y saber inspeccionar el terreno. Su función principal es procurar que el jugador lo haga lo mejor posible. De esta forma, los caddies ya no son meros asistentes en el juego, sino que se convierten en un pilar fundamental para los golfistas.

Los jugadores saben que contar con un buen caddie es fundamental, ya que será su principal apoyo técnico. Frecuentemente, se apoyarán en el para tomar decisiones y resolver todas sus dudas. Los caddies deben saber qué palo es utilizar en función de la situación y cuál es el movimiento más adecuado y por qué. También conocen cómo afectan las condiciones atmosféricas al juego y cómo medir correctamente las distancias para valorar el juego con precisión.

Además de ocuparse del material y de la calidad del juego, los caddies representan también el principal apoyo psicológico de los golfistas. Se encargan de animar y motivar a los jugadores, darles la confianza que necesitan en momentos cruciales, y aportar información útil durante el partido. Cuanto mayor sea la relación personal de amistad y confianza entre golfista y caddie, más puede llegar a influir su opinión en las decisiones del jugador.

No cualquier persona puede trabajar como caddie, ya que a día de hoy se demanda cierta profesional y conocimiento para poder ejercer la profesión. Para poder cumplir con todas sus tareas, un caddie debe estar siempre atento tanto al jugador al que acompaña como a su entorno y a las condiciones del juego. Además, necesita estar en constante actualización y aprendizaje para no quedarse atrás. Si sabe asesorar de forma profesional, el caddie puede significar un importante cambio en el rendimiento del jugador.

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